En este artículo te hablaremos de la historia de Brian May como guitarrista de Queen y como Doctor en Astrofísica.
En el firmamento del rock, pocos nombres resplandecen con la misma intensidad que el de Brian May, el legendario guitarrista de Queen. Sin embargo, la historia de este icónico músico va más allá de las notas que ha creado en su emblemática Red Special. Brian May, además de ser un maestro de las seis cuerdas, es un astrofísico consumado que ha dedicado su vida a explorar los misterios del universo.
Los Primeros Acordes de una Trayectoria Legendaria
Nacido el 19 de julio de 1947 en Hampton, Londres, Brian Harold May comenzó su viaje musical en la década de 1960. Junto con Freddie Mercury, Roger Taylor y John Deacon, formó Queen, una banda que se convertiría en una de las más influyentes en la historia del rock. La destreza de May con la guitarra le valió reconocimiento mundial, creando himnos atemporales como «Bohemian Rhapsody», «We Will Rock You» y «Somebody to Love».
La revista Planet Rock en el 2020 consideró a Brian May como el mejor guitarrista de todos los tiempos.
Astrofísica: La Otra Pasión de Brian May
Lo que muchos no saben es que, en paralelo a su carrera musical, Brian May también ha explorado el cosmos. En sus años de estudiante en el Imperial College de Londres, May inició sus estudios en astrofísica, pero la llamada de la música lo llevó a posponer su doctorado.
Sin embargo, en 2007, más de tres décadas después, Brian May retomó su camino académico y completó su doctorado en astrofísica en el Imperial College. Su tesis, titulada «Un estudio de polvo en el sistema solar», mostró su compromiso con la investigación científica y su habilidad para navegar por los misterios del espacio.
Un Músico Entre las Estrellas
La doble vida de Brian May como astrofísico y músico ejemplifica la diversidad de talentos que se pueden albergar en una sola persona. Su contribución a la música y la ciencia ha sido tan única como ecléctica.
Hoy, Brian May continúa deleitando a audiencias de todo el mundo con su guitarra, al tiempo que comparte su fascinación por el cosmos a través de su trabajo en astrofísica. En cada acorde y en cada estrella que observa, May nos recuerda que la pasión y la curiosidad no tienen límites, y que la búsqueda del conocimiento puede llevarnos a lugares tan lejanos como las estrellas que él mismo estudia.
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